Paola-Fulana-Mengano

No hay nada que me moleste más que el típico „Fulana me dijo que le dijiste que...“, porque primero bueno, puede que sea cierto, pero es muy probable que yo le haya contado algo privado a Fulana y no quería que Mengano se enterara pues. O pues en efecto, Fulana se inventó una historia digna de un oscar a mejor libreto. Yo no sé, a veces en serio creo que me estoy volviendo loca, y me pregunto, 'seré yo la que la está exagerando?', pero luego me pongo a sacar cuentas (el Logaritmo neperiano de mi tiempo + el coseno cuadrado de las tareas), yo voy todos los días a clases, y después me voy al trabajo, entonces no tengo tiempo de interactuar con nadie, por qué entonces la gente habla demás?

Y es que en efecto a la gente muchas veces no le gusta que uno no les preste atención, y si les soy sincera después del accidente yo valoro las cosas muy poco, en el sentido de que poco me importa si Fulana y Mengano no se hablan, pero ya llega un punto en que me está fastidiando la vaina, porque va más allá pues, es un problema de confianza, si yo te confío algo, por qué demonios se lo tienen que contar a los demás?

Definitvamente confiar en la gente me ha costado mucho, porque bueno digamos que primero tengo que confiar en mí, resolver mis problemas, todos los remanentes del accidente, que más allá de que a veces me duela la espalda, la uña, el pelo o no, es volver a creer en uno mismo, que uno puede hacer las cosas que por algún motivo ya no puede hacer y tiene que aprender de nuevo, como me dijo Cristina (una española que conocí acá): „uno tiene que aprender a vivir con lo que tiene“. Y es que aun me acuerdo cuando llegué aquí y descubrí que no habían ascensores. Aprender a subir escaleras señores, y aunque no me crean, aun subo con sumo cuidado, cual reina de belleza, para no caerme, porque lo del glamour, lo dudo.

Total que nunca nadie aquí en estas tierras me va a entender, lamentable y afortunadamente, mentira, si hay, más abajo sabrán quienes son. Si, casi siempre cargo una sonrisa en la cara, y el día que por algún motivo no sonrío, mis compañeros de trabajo se preocupan y todo, y me preguntan si estoy bien. En fin, que solamente la gente que estuvo conmigo durante mi recuperación es la única que sabe todo lo que pasé. Y que a pesar de todo la disfruté demasiado porque siempre tenía gente a mi alrededor, así sea por los motivos equivocados.

Para mí ahorita confiar en mi misma, sería por ejemplo, garantizarme que no me voy a caer, bien sea caminando, de la bici, de la cama, o en el baño. Luego, tratar de hacer las cosas que podía hacer antes en su totalidad (o lo más que pueda), y después viene la gente. La bendita gente. Y creánme que a veces quiero mandar a la gente pa'l zipote, pero bueno calma y cordura. Y uno que cree que los chismosos sólo existen en Venezuela, pues no. Yo creo que mejor me convendría resolver mis asuntos, y luego empezar de cero con la gente, porque quizás si soy yo, quizás yo me he puesto en un nivel de „nunca me entenderás a menos que te fractures la columna“. La broma es que eso puede tomar años, y no quiero ser una persona hermitaña. O sea más...

Pero es que es verdad (creo), cómo voy a preocuparme por otras cosas si yo aún tengo que resolver lo mío. Me gustaría vivir en una burbuja, que yo no escuche nada, pero si que pueda ver, me gusta ver... no es que sea averiguadora, pero como me entretiene. Se acuerdan del veto que me iba a aplicar? del que les hable en post anteriores?, pues de hecho lo hice, y por un lado ha dado efecto y me va genial, pero por otro, esto. Creo que debo estar más pendiente de la gente que me rodea, y no contar para nada mis cosas, mis secretos, lo que pienso ó etc.

(La bici dice: Derechos iguales para todos -nota: ver pantalones colgaos jajaja)


Es más saben qué? (con el permiso de mami), que se jodan todos, y que se vayan a chupar una chupeta del tamaño de Júpiter con palo y todo (como diría la Dra. Nancy). PUNTO! Listo, ya me descargué.